Debemos comenzar por el cuello, con la punta de los dedos de ambas manos realizaremos movimientos circulares, subiendo de la parte externa hacia el interior y hacia arriba. Una vez en la barbilla pasamos a la zona central de la cara, que se hidrata desde el interior hacia afuera, con pequeños masajes circulares, subiendo hasta las mejillas. Sin embargo en la frente partiremos del entrecejo e iremos hidratando hasta la zona del crecimiento del pelo. En la parte exterior del rostro la crema se debe extender con las palmas de las manos, estirando bien la piel hacia el exterior, como si quisiéramos alisar la piel.
La finalidad es hacer que la crema penetre ayudando a que el oxígeno llegue a nuestro rostro, activando la microcirculación. Así conseguiremos que la epidermis respire, las toxinas drenen las impurezas, y la piel se vuelva más suave y flexible. ¿Lo hacíais así o es algo nuevo para vosotros?
[...] la buena acogida de nuestra nueva sección “consejos” seguimos dando pistas de cómo utilizar adecuadamente los productos. En esta ocasión vamos a [...]
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